SEAS AND BLOODS / MARES Y SANGRES

31 Oct, 2021 | Amapola

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ENGLISH VERSION

- Claim the crying as the sea of my entrails -

It comes from salt, I answered myself when they asked where the water was born. It is a wash, a move, a decision of the body to burst from so much power, not wanting to continue holding, of not being able to continue holding.

- Remember the first time you opened your eyes under the salt-

And this tide comes, so from here, so from me, so cold and stormy, deep (a) sea that dislodges the structures, that devastates everything, that embraces everything in a maelstrom. Chaos that unleashes violent tenderness, traces of salt and a collective and own tear of that common wound on this earth. These shores are infinite long, entering the sea is a permanent urgency.

- We have a deep sea that is torn to wake up

Open your eyes and wake up between the shivering cold and the burning of the open scars. To be reborn in a collective impulse that destabilizes orders, to open up to fester again. And when we started to look at each other, recognize each other, and start over, they took aim, focused, and fired.

- A collective mutilation, not to see, not to cry

Explosions and rages were forbidden, the forts and bars came, trying to stop the relentless storm that was collapsing foundations. The sound of the waves drowned out that of the bullets, and by the time the tide went out, the foam was turning red.

- The eyes no longer fell tears of salt.

Here it is not washed, it is not cleaned, it is not healed. Our waters ooze with the exterminated, shot, disappeared, cried blood. Chile has tears of blood.


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VERSIÓN EN ESPAÑOL

Mares y Sangres

- Reivindicar el llanto como la mar de mis entrañas -

Viene desde la sal, me respondí cuando preguntaron dónde nacía el agua. Es un lavado, un moverse, una decisión del cuerpo de reventarse de tanto no poder más, de no querer seguir aguantando, de no poder seguir aguantando.

- Recordar la primera vez que abriste los ojos bajo la sal-

Y viene esta marea, tan de aquí, tan de mí, tan fría y tormentosa, profundo (a)mar que desencaja las estructuras, que lo arrasa todo, que lo abraza todo en vorágine. Caos que desata violenta ternura, restos de sal y un desgarro propio y colectivo de esa herida común en esta tierra. Largas infinitas son estas orillas, entrar en la mar es urgencia permanente.

- Tenemos un mar adentro que se desgarra por despertar

Abrir los ojos y despertar entre el frío estremecedor y el ardor de las cicatrices abiertas. Renacer en un impulso colectivo que desestabiliza los órdenes, abrir para que supure otra vez. Y cuando empezamos a mirarnos, reconocernos y empezar de nuevo, ellos apuntaron, enfocaron y dispararon.

- Una mutilación colectiva, para no ver, para no llorar

Prohibieron las explosiones y las rabias, vinieron los fuertes y las rejas, intentando detener la tormenta implacable que derrumbaba cimientos. El ruido de las olas aplacaba el de las balas y para cuando bajó la marea, la espuma se teñía de rojo.

- De los ojos ya no caían lágrimas de sal.

Aquí no se lava, no se limpia, no se sana. Nuestras aguas supuran de las sangres exterminadas, baleadas, desaparecidas, lloradas. Chile tiene lágrimas de sangre.

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